A través del coaching facilitamos a la persona a conseguir aquellas oportunidades de desarrollo profesional que le ayudarán a avanzar en la organización.
Identificamos aquellos recursos con los que cuenta y la desafiamos a ampliar su perspectiva y modificar sus patrones de interpretación, con el objetivo de acceder a posibilidades que le abren su campo de visión, orientadas a alcanzar esos resultados que quiere conseguir y comprometerlo a tomar acción.
El coach invita a la reflexión mediante un acompañamiento con preguntas, utilizando la escucha activa, el lenguaje (qué piensa y qué expresa y cómo lo comunica), identificando sus juicios, creencias y paradigmas, su sentir y emociones, y su corporalidad.
Existen varias formas de detectar la necesidad del coaching, algunas de ellas mediante el feedback de la evaluación de desempeño, conclusiones de la evaluación 360, la encuesta de clima laboral, entrevista personal, entrevista con el jefe directo, entre otras.
Algunas de las utilidades del coaching en las empresas son:
- Mejora el conocimiento de sí mismo y la posibilidad de sacar el mayor partido al potencial personal y a su aporte a la empresa.
- Ayuda a reconocer las fortalezas y recursos para brindar a la empresa, reforzando la autoestima y confianza en sí mismo.
- Facilita el crecimiento profesional, al identificar y actuar sobre las necesidades de desarrollo.
- Mejora el desempeño profesional al comprometer a la persona a sacar lo mejor de sí para conseguir un objetivo empresarial.
- Favorece la gestión de nuevas responsabilidades cuando asume un nuevo rol o cambios en la organización.
- Ayuda a ser consciente de qué agrega valor y qué no agrega valor en la consecución de una tarea.
- Mejora el nivel de satisfacción personal y laboral, así como de la felicidad, lo que redunda en la mejora del clima organizacional y aumento de la productividad.
- Fomenta el descubrimiento de alternativas creativas para conseguir mayor efectividad en el desarrollo de las tareas y en alcanzar las metas trazadas.
- Posibilita una emocionalidad que ayuda a la acción y a perseguir los objetivos laborales.
- Ayuda a encontrar respuestas efectivas a situaciones imprevistas, fomentando la iniciativa y capacidad de aprendizaje.
- Mejora la adaptación y flexibilidad al cambio como un factor de supervivencia en la organización.
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